27/9/10

Hemangiomas hepáticos

HEMANGIOMA HEPÁTICO

(Fuente: Rodríguez-Peláez M, Menéndez del Llano R, Varela M. Tumores benignos del hígado. Gastroenterol Hepatol. 2010;33(5):391–397) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20096966

  • Tumor hepático más frecuente (microscópicamente: espacios vasculares quísticos dilatados rodeados de monocapa de células endoteliales, con trombos fibrina o agregados de hematíes, separados por tejido fibroso)
  • 40% múltiple
  • Generalmente < 5 cm (aunque pueden medir de poco mm a 20 cm) y bien delimitados, rodeados de una cápsula delgada de consistencia esponjosa, con hemorragia, cicatrices o raramente calcificaciones.
  • Predominio mujeres 30-50 años.
  • Etiología desconocida (posiblemente congénito, posiblemente influencias hormonales: crece durante el embarzo, o durante el tratamiento con estrógenos y progesterona)
  • Generalmente estables en tamaño en el tiempo.
  • > 4 cm mayor probabilidad de síntomas (plenitud gástrica, nauseas, anorexia, saciedad precoz; raramente dolor por inflamación de la cápsula de Glisson por trombosis/hemorragia intralesional)
  • Rotura espontánea es excepcional
  • Síndrome de Kasabach-Merritt: coagulopatía de consumo (trombopenia, hipofibrinogenemia) asociado a hemangiomas gigantes, generalmetne en niños)
  • Pruebas radiológicas
  1. La RMN es la más específica (sensibilidad 90%, especificidad 91-99%): lisa homogénea, bien delimitado, hipointenso T2, hiperintenso T2. Con gadolinio: en fase arterial captación globular o nodular periférica discontínua con captación centrípeta en fase tardía. Los hemangiomas pequeños pueden tener una captación rápida uniforme indistinguible de metástasis hipervasculares o del carcinoma hepatocelular.
  2. Ecografía abdominal (sensibilidad 60-70%, especificidad 60-80%): lesión hiperdensa
  3. TAC (sensibilidad 75-85%, especificidad 75-100%): lesión hipodensa bien delimitada, calcificaciones (10%). 
  • Seguimiento: No necesario en pacientes de bajo riesgo (ausencia de enfermedad hepática crónica o malignidad extrehepática)
  • Resección quirúrgica en > 5 cm subcapsular con dolor o compresión. 
  • Excepcionalmente (hemangiomas gigantes): tranplante hepático. 
  • Hemoperitoneo por rotura: embolización de arteria hepática es una opción. 
  • Radioterapia: disminuye tamaño en algunos casos. 
  • Interferón alfa-2a: utilizado en algunos niños con hemangiomas extrahepáticos de localización asociada a riesgo vital.

¿ Qué hacer con Quistes hepáticos-renales o angiomas hepáticos?

QUISTES HEPÁTICOS (Fuente: UptoDate Desktop 18.1, 2010)
La necesidad de aspirar un quiste es muy rara, no siendo necesaria en aquellos quistes que tienen un aspecto ecográfico típico.
Los quistes simpres generalmente no requieren seguimiento radiológico. Los quistes mayores de 4 cm puede ser prudente seguirlos ecográficamente para aseguarse que no crecen. Se sugiere estudio en 3-6-12 meses y si no crece en 2-3 años dejar el seguimiento.


ANGIOMAS HEPÁTICOS  (Fuente: UptoDate Desktop 18.1, 2010 y Leifer et al, Radiology 2000)
Los pacientes asintomáticos con lesiones <1.5 cm pueden ser tranquilizados y seguidos. El seguimiento a largo plazo ha confirmado en series prospectivas que la mayoría no crecen ni se complican, por lo que NO ES NECESARIO EL SEGUIMIENTO RADIOLÓGICO NI CLÍNICO DE AQUELLOS PACIENTES CON ANGIOMAS ECOGRÁFICAMENTE TÍPICOS SI NO SON HEPATÓPATAS CRÓNICOS (en los hepatópatas crónicos las LOEs hepáticas en general preocupan más porque la posibilidad de neoplasia es mayor). En pacientes con hemangiomas mayores de 5 cm se ha descrito el crecimiento rápido, justificando un seguimiento radiológico estrecho, sobre todo de aquellos de localización subcapsular. Si no hay síntomas, el riesgo de sangrado es demasiado bajo como para justificar la resección.


QUISTES RENALES (Fuente: UptoDate Desktop 18.1, 2010)
Hay 3 criterios ecográficos mayores que – cuando están presentes – permiten diferenciar un quiste renal simple de un tumo o un absceso:

  1. La masa es redonda y de paredes suaves y bien delimitadas
  2. No hay ecos dentro de la masa.
  3. Hay una fuerte ecogenicidad posterior indicando buena trasmisión sónica a través del quiste y aumento de la transmisión posterior al quiste.
No hacen falta estudios adicionales si se satisfacen estos criterios, ya que la probabilidad de una neoplasia es muy baja. La exactitud de la ecografía para evaluar masas renales fue ilustrada en un estudio retrospectivo de 260 lesiones detectadas en urografía iv en 242 pacientes. El diagnóstico ecográfico fue comprobado por punción, cirugía o autopsia: 168 fueron quistes benignos, y todos correctamente diagnosticados por ecografía. Las restantes 92 lesiones fueron carcinomas renales, 90 de los cuáles fueron diagnosticados correctamente por ecografía. En análisis retrospectivo reveló que 2 cánceres no diagnosticados no cumplían los 3 criterios ecográficos de benignidad.

Se debe hacer un TAC si la ecografía es dudosa, si se detectan calcificaciones o septos, o si hay múltiples quistes agrupados en un patrón que podría ocultar un cáncer. Las imágenes de TAC deben ser de un grosor de ≤5 mm y obtenidas antes y tras la administración de radiocontraste. Existe una clasificación de los quistes renales por TAC, llamada clasificación de Bosniak.

Link a presentación http://www.sordic.com.ar/congreso/xii/pe/16_Abdomen.pps